Sagaz estabilización térmica y uso inmediato del frío (pasteurización y ultracongelación)

Nuestro conservante natural es el frío.
El frío recibido tras una apropiada estabilización térmica del producto: calor y frío aplicados de manera competente y con moderna tecnología.
Conscientes de que los alimentos han de ser seguros desde un punto de vista higiénico, sin que por ello resulten desnaturalizados o “amorfos”, estabilizamos nuestro producto utilizando modernas instalaciones de pasteurización con vapor “seco”.

El agua en estado totalmente gaseoso, y por tanto sin gotas, permite una más amplia y eficaz exposición del producto al calor en tiempos rápidos. De este modo, durante el proceso se evitan tanto la excesiva gelificación de los almidones como los fenómenos de condensación en el producto.
Al término de la pasteurización, tras una rápida fase de ventilación y enfriamiento, el producto es ultracongelado alcanzando en el centro, en pocos minutos, la temperatura de -18°C.
Una rápida ultracongelación es el modo de conservación ideal para la pasta fresca.
 
El agua queda “atrapada” pasando al estado sólido en forma de microcristales. A efectos de la conservación, es como si se hubiera quitado el agua, mientras que, en realidad, sólo deja de estar “disponible” tanto para los procesos de transformación responsables de la degradación, como para los procesos de proliferación bacteriana.
Así se explica cómo el producto ultracongelado consigue mantener sus características originales conservándose por mucho tiempo y resulta como recién hecho en el momento de utilizarlo.